Desde que surgió el escándalo de las emisiones de gases de Volkswagen y desde que tanto Barcelona como Madrid comenzasen una cruzada contra los diésel más antiguos, las matriculaciones de coches diésel han ido paulatinamente disminuyendo. El progresivo descenso de la cuota de los diésel es noticia cada mes, pero en junio ha cobrado una especial significancia: ha sido el primer mes en décadas en el que las matriculaciones de coches con motor de gasolina han superado a las matriculaciones de coches diésel.

El 47,7% de los coches 131.797 coches matriculados en el mes de junio tenían un motor de gasolina, frente al 47,6% de los coches diésel. Es sólo un 0,1% de diferencia, pero lo cierto es que la distancia entre ambos carburantes se ha ido acortando en cada uno de los meses del año: en enero sólo el 42,0% de los coches matriculados eran gasolinas, frente a un 52,7% de cuota para los motores diésel. En sólo seis meses la cuota de ambos combustibles se ha igualado. La tendencia parece no detenerse.

En lo que va de año, el 49,9% de los coches matriculados son diésel, frente a un 45,7% para los coches de gasolina.

En lo que va de año, el 49,9% de los coches matriculados son diésel, frente a un 45,7% para los coches de gasolina. Los híbridos y eléctricos aún deben conformarse con un tímido 4,4% del mercado. Muy lejos quedaron los años en los que la cuota del diésel era superior al 70%. Esto no quiere decir que de un día para otro los diésel desaparezcan de las calles, ni mucho menos: hay millones de ellos circulando por las calles, y se han beneficiado igual que los gasolina de subvenciones y ayudas como los planes PIVE.

Además, el Impuesto de Matriculación sigue favoreciendo a los diésel, por su menor nivel de emisiones de dióxido de carbono. No es adecuado ni apropiado hablar del fin del diésel, porque es una motorización que aún tiene mucho sentido para una parte de la población, especialmente aquellos que recorren muchos kilómetros al año. Además, en estas cifras debe tenerse en cuenta otra variable: actualmente menos de la mitad de las ventas de coches corresponden al canal de particulares.

En el canal particular (45,8% del mercado) – sin datos para confirmar esta hipótesis – la cuota del diésel podría ser aún más baja.

El canal particular ha movido en junio 60.432 coches, para un total superior a 131.000 unidades. Es un canal casi estancado, con un crecimiento interanual de sólo un 3,6%. El canal más dinámico es actualmente el empresarial, creciendo 23,5% con respecto al año pasado. El canal rent-a-car ha retrocedido un 3,2% con respecto a junio de 2016, pero se mantiene en positivo para la primera mitad de 2017. Estas flotas de empresa y alquiladoras no son representativas del pulso del mercado, al menos en cuanto a motorización.

Muchas empresas recurren al diésel por su menor coste operativo y mayor valor de reventa, y son reemplazadas a los pocos años. Lo mismo ocurre con las alquiladoras. Es posible que ambos canales estén inflando las ventas de diésel, cuya cuota en el canal particular sería aún inferiores al 47,7% del que os hablábamos al principio. Desafortunadamente, no tenemos datos oficiales – ANFAC no desglosa cuota de carburante por canal – para apoyar esta hipótesis, que de momento se queda en eso, una hipótesis.